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Arquitectos: mICHELE & mIQUEL + dA VISION DESIGN
- Área: 30000 m²
- Año: 2022
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Fotografías:LU Yu-Jui, mICHELE&mIQUEL
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En 2018, se convocó un concurso para crear una ruta de senderismo entre Mudan y Sandiaoling que incluyera 2 túneles ferroviarios históricos y una conexión, a inventar, para reemplazar el puente sobre el rio Keelung arrastrado por las inundaciones.
Tomamos una opción clara: preservar el paisaje postindustrial con todo su espesor histórico y ecológico. El paso del tiempo ha producido, a lo largo de este recorrido, cambios estructurales, ecológicos, atmosféricos, acústicos, cromáticos y luminosos, que son el corazón de nuestra propuesta.
Sin embargo, fueron necesarias fuertes intervenciones para abrir el recorrido al público. El reto estaba ocultar los esfuerzos del proyecto y de la obra para dejar que la antigua infraestructura y el paisaje hablaran por sí solos.
La primera elección fue el material. El hierro construye un nuevo "ferrocarril". Las barras corrugadas de acero de 16 mm de diámetro constituyen toda la materia visible.
Los huecos dejados entre las barras descubren la poderosa acción de la naturaleza, revelando las rocas y el limo en los túneles, y la vegetación exuberante en el desfiladero.
Al estirarse y plegarse gradualmente, dibujan todos los elementos del mobiliario: barandillas, bancos, aparca bicicletas, puntos kilométricos...
Un sistema constructivo adaptado. Para amoldarse a la compleja configuración del sitio, el proyecto aprovecha las condiciones específicas de la construcción en Taiwán. Las PYME del país, en la frontera entre industria y artesanía, son capaces de fabricar eficazmente una producción en serie, o realizar un trabajo de "alta costura" en el lugar.
Atmósferas contrastadas. En los túneles, exploramos la profundidad del suelo y su penumbra cavernosa. La iluminación artificial, baña el pie la bóveda y el suelo. Guía los pasos de los visitantes y revela, bajo la trama de acero, las variaciones de la superficie original: balastro, rocas, limos, meandros de agua, ... La luz llega sin fuerza a lo alto de la vuelta del túnel, donde se cuelgan los murciélagos.
Tras el primer túnel, llegamos al pie de un pozo vertical inundado de luz natural. Los rayos del sol se filtran a través del follaje de los árboles suspendidos a la roca y, en contacto con los vapores que exhalan del túnel, producen una atmósfera irreal de cuento fantástico.
El segundo túnel se abre al vacío del acantilado. Bajo la bóveda, un espejo de agua refleja la orilla opuesta en recuerdo al puente desaparecido. Desde el interior, la silueta del visitante queda suspendida entre su reflejo y la vegetación.
Deslizándose, por un lado, la pasarela continúa el recorrido, como un largo balcón sinuoso, en voladizo sobre el desfiladero. Descubrimos ahora, a plena luz, la sucesión de relieves lejanos e inciertos. Aquí, sobre el dosel de la exuberante vegetación, caminamos entre los árboles más altos que emergen bajo nuestros pies.